Carta de graduación

Rocio Lozano
3 min readMay 25, 2023

En el 2018 entré a la universidad. Hoy, 5 años más tarde, estoy sosteniendo mi diploma de graduación. Cambio de ciudad, de carrera, de universidad; una pandemia, cambio de país, un par de corazones rotos hasta encontrar al amor de mi vida; mudanzas, accidentes, protestas, clases en línea; risas, conversaciones profundas, viajes y tiempo de calidad… no es suficiente con esto para explicar lo que estos cinco años han traído a mi vida.

Ese año en el que entré a la universidad, me escribí una carta, esperando encontrarla y leerla cuando fuera mi graduación. Y así fue. Hoy se las comparto, porque después de tantas cosas vividas, no quiero ser la única que salga de esto motivada y con más ganas de comerse el mundo.

Esta es mi carta de graduación:

Querida,

Antes que nada, quiero felicitarte por haber llegado hasta esta etapa de tu vida. Felicidades por el esfuerzo para superarte y cumplir tus metas. Felicidades por no abandonar tus ambiciones, tus sueños ni tus proyectos. Puede que muchos lleguen hasta aquí, pero tú lo has logrado siendo tu misma. Pudiste darte cuenta de que este mundo no es fácil y mucho menos simple, de que entre más vas creciendo, más retos tendrás que ir superando; eso sí, felicidades por saber ser parte de lo complejo, sin cambiar tu esencia.

Estoy orgullosa de ti, porque estoy segura de que todas las personas que te conocieron en estos cinco años, se quedan con una huella permanente de ti, de tu ejemplo, de tu convicción, de tu amor por la vida y la verdad. No dudes nunca de tus capacidades. Serás una gran mujer, empoderada y valiente; amable y amorosa; tierna y fuerte; serás una gran esposa y madre. Querida, estás hecha para cosas grandes, no te conformes, no te rindas, siempre sigue, pues al mundo le queda mucho por ver de ti.

Estas a punto de iniciar una etapa nueva, llena de nuevos retos y experiencias que cambiarán tu vida. No permitas que nada ni nadie te detenga para cumplir tus sueños y tus metas, para alcanzar nuevas cumbres y horizontes. Busca a esa persona de la que puedas tomarte de la mano y vivir todas estas aventuras que te esperan.

Por último, quiero recordarte que nada es posible si no vas de la mano de Dios. Él será siempre tu mejor aliado, amigo y compañero; inclúyelo en cada uno de tus asuntos y preocupaciones; planes y sueños; viajes y retos. Llénate de Él para poder enfrentarte al mundo en el que te ha tocado vivir.

No tienes el camino fácil, pero estoy segura de que irás bien acompañada.

No tienes el camino resuelto, pero tienes el carácter que se necesita para dar cada paso hasta el cielo.

No pierdas jamás la esperanza y no dejes de mirar la meta. Comparte tus mayores alegrías con tus seres queridos y deja que ellos también te acompañen en tus más grandes tristezas.

El mundo de allá afuera, no sabe lo que le espera contigo. Estoy realmente orgullosa de ti y de tu camino. Queda mucho por andar, aprender y crecer, estás solo empezando. Ama y verás que serás mil veces más amada.

Te quiero.

Hacen falta palabras, no creo que haya sido suficiente con esto para explicar lo que significa este paso en mi vida. Se abren y se cierran puertas todo el tiempo. Hoy, yo, quiero darle gracias a Dios porque tengo las mejores puertas abiertas y por haberme cerrado aquellas que no me convenían.

Y como me gusta decir: esta graduación no siginifica el final de una etapa, sino el principio de una vida llena de aprendizajes y retos. Que esto sea el banderazo de salida para entregarnos al mundo, servir a los demás y siempre, siempre, cuidar de los derechos humanos, la vida y la dignidad de todos.

--

--