La tarea más difícil hecha fácil
No son ni los exámenes, ni el trabajo, ni el ejercicio… la tarea más difícil del ser humano es la de ‘servir a los demás’.
Entre todas las cosas que nos han dicho que como personas somos capaces de hacer, a veces se nos olvida pensar en aquellas cosas que como ‘humanos’ podemos hacer. Hay una diferencia entre estos dos conceptos. Si nos ponemos a ver como podemos describirlos, entenderemos que ser persona, hace referencia a una noción jurídica y moral; un ser humano es ese cuerpo, de una raza específica, que alberga una personalidad. Entonces, a mí me gusta pensar que mi persona vive dentro de algo más grande y eso más grande, tiene mucho que dar.
Pero para no darle vueltas a conceptos y definiciones de palabras que, mas o menos entendemos, quiero contarte de algo más profundo. Hace casi tres años, decidí emprender una aventura que hasta hoy no entiendo cómo hice. No fue nada fácil, requirió que me pusiera los pantalones para irme hasta el otro lado del mundo, sola, a una ciudad y a un país que no compartía conmigo nada… nada más que tal vez la necesidad. Esta ciudad es Calcuta, en la India, una ciudad que necesitaba recibir y yo, que necesitaba dar.
Para hacer un viaje como estos, entenderán, que se necesitan muchas cosas: avión, hospedaje, ahorros, planeación, conocidos, etc. Pero si les soy sincera, eso no me agobiaba. Mi preocupación más grande estaba en que, no podía irme si no estaba realmente convencida de que quería ir a dar todo de mi a los que más lo necesitaban. Esto era ayudar a gente de la calle, curar heridos, acompañar a enfermos, ayudar a comer, hacer la limpieza, acompañar en la muerte, escuchar (aunque en otro idioma) a los que nunca habían sido escuchados. No era cualquier cosa… pero algo dentro de mí sabía que yo estaba hecha para esto, que yo tenía toda la capacidad de sobrevivir esto.
Y no quiero sonar muy dramática cuando te cuento lo que hice, porque si casi 15 millones de personas viven en esa ciudad, ¿por qué no podría yo aguantar un par de meses? A lo que quiero llegar con esto es que tu y yo nacimos para servir. Te voy a explicar: no es la primera vez que escuchas que estamos hechos para amar, y qué es amar; amar es un sentimiento profundo hacia una persona, que implica sobreponerla por encima de ti, sin ningún tipo de condición ni interés personal. Y yo agregaría que junto con el amar, viene nuestro llamado a no estar solos. Siempre buscamos una compañía ya sea de un amigo, una amiga, hermanos, padres o de un esposo o esposa. Entonces ahora imagina que allá afuera hay personas que han sido tratadas peor que perros, ignoradas, y que han estado siempre solas. Pero aquí esta la cosa… esto no sucede solamente en la India, esto pasa en cada esquina de nuestra ciudad, atrás de nuestra casa, y aún peor, dentro de nuestra casa.
Tu y yo tenemos dentro de nosotros una semillita que puede convertirse en un árbol. Tenemos dentro de nosotros la necesidad de hacer algo: de servir. Ahora entiendes por qué es que no podemos evitar sentir que se nos hace pequeño el corazón al ver a alguien con necesidad, porque esa energía dentro de nosotros nos pide a gritos que actuemos, que hagamos algo. Hoy quiero invitarte a descubrir cómo le vas a hacer para saciar esa necesidad de ayudar a los que tienen necesidad de ti. Es una relación que va y que viene, que resulta dejarte más de lo que puedes dar, resulta darte más felicidad de la que te imaginaste. Y mira, el verdadero servicio esta dentro de tu casa, esta junto a los tuyos y para los tuyos. No vayas como yo a miles y miles de kilómetros a buscar a quién servir, mejor solo abre los ojos y date cuenta de que estas rodeado de oportunidades ara hacerlo.
